Tarifas hoteleras se reducen hasta un 15% Presionadas por la reducción de la demanda
Manuel Quiterio Cedeño
Un aspecto que no ha sido analizado es el impacto de la crisis global en las tarifas hoteleras y otros servicios turísticos. La crisis que abate las economías desarrolladas se expresa en una reducción del flujo de turistas europeos y norteamericanos.
En el caso dominicano, la reducción del crecimiento, primero; y decrecimiento después, de las llegadas de europeos comenzó a producirse hace varios años y se profundizó a partir del 2006, y va su cuarto año. En el primer cuatrimestre del 2009 el decrecimiento llegó a 9.42%, una cifra record y el peor comportamiento registrado para una región suplidora de turistas para República Dominicana.
En la actividad turística ocurre lo mismo que en otros productos. La caída de la demanda presiona los precios a la baja. En nuestro país, en los principales destinos del Caribe y en todos los de clima tropical, hay miles de habitaciones disponibles porque la oferta ha creciendo en los últimos 10 años, en algunos casos a un ritmo mayor que el aumento de la demanda mundial que no ha superado el 5%.
Aquí las inversiones de los grupos hoteleros españoles en nuevas habitaciones hoteleras se han desacelerado, pero no ha ocurrido lo mismo en Jamaica y México (en el litoral Caribe), donde por el contrario, se han multiplicado provocando un incremento de la oferta.
Aunque los hoteleros son muy reservados a la hora de hablar de tarifas, diversas fuentes consultadas citan reducciones de hasta un 15% en comparación con el año 2008. Es necesario destacar que la presión de la tarifa a la baja, comenzó mucho antes de que la crisis financiera global comenzara a manifestarse en el turismo internacional.
Ya se habían producido presiones para bajar tarifa como consecuencia del negativo comportamiento del 2007, tanto este año (1.6% positivo) como el 2008 (1.4% positivo) presentaron un crecimiento raquítico y pueden calificarse como años “muy malos”, y reflejan las erráticas políticas de los últimos 10 años, en que crecimos pero al mismo tiempo incubamos el germen de los problemas. Estos dos años son comparable sólo con el 1982 (0.4%), el 1991 (-9.6%, Guerra del Golfo), 2001 (-2.7%) y 2002 (-3.5%), ambos afectados por los atentados terroristas de en Nueva York.
Comenzamos esta década con muchas evidencias de que la arrabalización, el deterioro de los servicios públicos y el déficit de infraestructuras, constituyen un lastre, que a pesar del auge de las inversiones, esta cobrando un alto costo al sector.