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La RD debe ser más atractiva para los países emisores

La República Dominicana debe apostar por la diversificación de su oferta turística, poniendo énfasis en la diferenciación de su producto. Así lo afirmó Lissette Gil, directora ejecutiva de Consorcio Dominicano de Competitividad Turística (CDCT), en una conversación con Resumen Turismo sobre los retos que tiene por delante la industria sin chimeneas dominicana.
“Competitividad significa ser más atractivo para los países emisores”, dijo, tras recordar que aunque el turismo ha estado creciendo de manera importante en el país, lo hace a un nivel menor que los principales competidores e, incluso, muestra signos de ralentización, de una desaceleración de ese crecimiento. “México, por ejemplo, que tiene un ITBIS diferenciado, lo hace ser más competitivo que la República Dominicana, donde tenemos altas cargas impositivas, no solo al sector, sino al turista, directo”, afirmó Lissette Gil.

En ese sentido, recordó que de acuerdo al índice del Foro Económico Mundial , República Dominicana se halla actualmente en el lugar 105 de un total de 147 países, cuando hace nueve años nos hallábamos en el lungar 63. En el índice de competitividad turística – dijo – el país está en el puesto 72, en tanto que México, principal competidor en la zona del Caribe, se halla en el lugar 44.

Por ello es fundamental – explicó – analizar qué está pasando, por ejemplo, en las áreas de seguridad, ordenamiento, planificación, seguridad jurídica para el inversionista, en temas fiscales, entre otros aspectos.

A su juicio, la reforma fiscal propuesta “va a impactar en la actividad turística… implica nuevas cargas para la actividad que dinamiza la economía”.

Un objetivo debe ser volver al lugar en que República Dominicana se hallaba en el índice del año 2003 del Foro. El país debe tomar en cuenta los indicadores del turismo, que no son solo el número de turistas que arriban por sus aeropuertos y al respecto señala que el gasto promedio por turista ha bajado, la tasa de repetición es menor de 5 por ciento y la estancia promedio de los turistas se ha reducido significativamente.

Este último aspecto sirve a Lissette Gil para fortalecer su llamado sobre la necesidad de diversificar la oferta. “Los turistas están dividiendo sus vacaciones a lo largo de un año, no las están concentrando, están buscando alternativas para hacer su experiencia vacacional más interesante”.

Hay que desarrollar el interés del turista por quedarse más tiempo. Esto es “que el país ofrezca más oportunidades de turismo de salud, agroturismo, aventura, ecoturismo, negocios, cultural, gastronómico, que es lo que están haciendo los países que son de nuestra competencia, diversificando su oferta para que el turista sienta la necesidad de volver o quedarse más tiempo y, sobre todo, de gastar más”.

El encuentro sirvió para recordar el debate sobre el desarrollo de las comunidades locales en los polos turísticos. A juicio de Lissette Gil este es un gran reto, puesto que las comunidades tienen grandes potenciales. “Uno de los aspectos que nos pueden hacer más competitivos es entrelazar el turismo con nuestra cultura. Es lo que nos hace únicos”.
En ese sentido, entiende que las comunidades pueden integrarse a través de la pequeña y mediana empresa artesanal, gastronómica, turística y cultural, ofreciendo los atractivos locales y culturales.
Hay muchas oportunidades, asegura. “Voy a poner un ejemplo: Laguna Bávaro, contaminada por la propia actividad turística, es recuperada por la misma dinámica de la actividad turística y es incorporada a la oferta ecoturística del destino.

Hoy se hace kayak. Una vez que está recuperada, descontaminada, se ha convertido en un lugar de recepción de aves migratorias y aves endémicas locales. El último conteo dio como resultado unas 80 aves que pueden ser avistas. También cuenta con especies en peligro de extinción. Además de hacer kayak hay senderismo. Hay también tres facilidades donde se puede vender la artesanía local”, sostuvo.

Y asegura que hoy es la única oferta ecoturística real, porque además es área protegida. Además, considera que en la zona hay muchas oportunidades para la pequeña y mediana empresa. Este es un ejemplo e instrumento que puede utilizarse para que el flujo económico de la actividad turística llegue a las comunidades de los entornos hoteleros.

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